No es Dumbo... ni Supermán... ni una ardilla voladora. Es... es... ¡es un gilipollas!. Para hacer esto no basta con ser gilipollas y tener un traje de alas, también es necesario padecer hipergonadismo.
Fascinante, increíble, maravilloso y emocionante. Esto es volar y lo demás es una gilipollez, aunque eso sí, uno tiene una total pinta de gilipollas cuando lleva uno de estos trajes puestos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario